Ámsterdam (Holanda), 30 mar (EFE).- (Imagen: Imane Rachidi) Donde los viandantes ven chatarra de metales rotos y oxidados, la fábrica holandesa Roetz encuentra la forma de dar una segunda oportunidad a empleados con pasados problemáticos y una nueva vida a las bicis destartaladas abandonadas cada año en las calles de Ámsterdam, convirtiéndolas en modelos elegantes y personalizados.
Edición: Eugenio Ponz.