El París Saint-Germain se deshizo con facilidad este sábado del Dijon en el Parque de los Príncipes (4-0). Un partido en el que Kylian Mbappé anotó dos goles y volvió a demostrar que actualmente y pese a su juventud es uno de los jugadores más desequilibrantes el mundo.
El internacional galo logró además levantar al público presente en las gradas con un regate espectacular. Una elástica y un caño que le permitieron internarse de forma vertiginosa en el área rival pese a los intentos de los defensas por frenarle.