Alejandro Sanz se metió en el papel de Rey Melchor en la Cabalgata de su adorada Cádiz sin mostrar un ápice de cansancio en una jornada maratoniana que comenzó a las 07:00 de la mañana y acabó a las tantas de la noche, con una sonrisa apenas perceptible por su frondosa barba blanca y con la emoción a flor de piel.