Es una de las creaciones más brillantes y simples de la cocina española, pero desde hace unos años cuesta encontrar un sitio donde sirvan boquerones en vinagre de calidad.
Lo habitual, desde que el maldito anisakis apareció en escena, es toparte con boquerones super ácidos, demasiado pasados o duros como una piedra.
La alternativa, lo mejor, es hacerlos en casa.
Lo más importante es la calidad de la materia prima y se tarda muy poco en hacerlos.
La congelación y maceración llevan su tiempo, pero la preparación, incluyendo limpiar los boquerones si no te lo han hecho en la pescadería, sólo te llevará 15 minutos de trabajo.
Tendrás una tapa casera con la que fliparán todos tus amigos cuando vengan de cañas a casa por el partido de fútbol de turno.