Madrid, 29 ene (EFE).- Judith Mascó, Verónica Blume, Vanessa Lorenzo y Martina Klein se han subido de nuevo a la pasarela de Andrés Sardá, en un emotivo desfile en el que la firma ha reconectado con sus orígenes, en los que fueron pioneros en unir “modelos, espectáculo y desfile” un mismo “show”.
La primera jornada de desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, ha subido a la pasarela a un selecto casting de veintinueve modelos, muchas de ellas, de proyección internacional. Pero, durante el desfile de Andrés Sardá, las “top models” de finales de los años ochenta Judith Mascó, Verónica Blume, Vanessa Lorenzo y Martina Klein se han hecho con la pasarela, en una retrospectiva hacia los primeros desfiles de la firma de lencería.
“Nos han acompañado muchos años y nos han enseñado a unir moda, imagen y ropa interior”, ha contado emocionada Nuria Sardá, directora creativa de la firma, minutos antes del desfile sobre la participación de las “top models” que, además de marcar una época en la moda española, lo hicieron también en la casa de lencería.
Y es que, si en algo se caracterizan los desfiles de Sardá, es en la particular presentación de sus colecciones, que lejos de ser desfiles al uso, aúnan cada detalle de la producción para trasladar sobre la pasarela un concepto completo que parte desde las prendas, las modelos, la música y la ambientación de la escena, en la que cuentan con elaboradas proyecciones expresamente para ambientar el desfile según la temática elegida.
“Sin su imagen no seríamos nada”, sentenciaba tajante Sardá: “nos habría encantado poder contar con todas ellas, pero poder tener a representantes de una época es maravilloso”, explicaba.
Así es como las cuatro supermodelos abrían el desfile, ataviadas con una mantilla negra y capitaneadas por Vanesa Lorenzo, que sonreía con complicidad a Judith Mascó al cruzarse con ella sobre la pasarela, mientras en el fondo se proyectaban fotografías de las cuatro con conjuntos de la firma en los años ochenta.
“Llevábamos sin desfilar juntas quince años, que es la edad que yo tenía la primera vez que trabajé con Andrés Sardá”, contaba emocionada Martina Klein al finalizar el desfile, a quien Blume complementaba añadiendo que “pertenecer a la historia de esta marca es todo un lujo”.
Y es que, estos cuatro rostros de complexión esbelta y melena rubia marcaron toda una época en los circuitos internacionales de la moda a finales de los ochenta y comienzos de los años noventa, y juntarse de nuevo sobre las pasarelas, además de convertirse en “un sueño”, debía ser por “un motivo muy potente, como hacerlo para Andrés Sardá”, apuntaba Judith Mascó.
El primer desfile sin el diseñador Andrés Sardá, fallecido en septiembre del año pasado, comenzaba y finalizaba de la mano de las cuatro modelos, que salían juntas sobre la pasarela para poner el broche final al desfile, y formando parte una vez más, del legado y la historia de la firma Andrés Sardá. EFE
IMÁGENES SEÑAL MERCEDES FASHION WEEK.
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