Desde el pasado domingo Manila, capital del país, atraviesa por una crítica situación desde que el volcán Taal entró en actividad. Una nube de humo y lava cubrieron los hogares de miles de familias que se encuentran refugiados en centros de evacuación.
La erupción comenzó con una explosión de vapor de agua a presión y de rocas en la que aparecieron impresionantes rayos, un fenómeno poco conocido pero muy común en las erupciones volcánicas.
Según las autoridades, el volcán podría seguir expulsando cenizas y lava durante semanas, la alerta de riesgo de "erupción explosiva" sigue vigente lo que significa que cientos de familias, por ahora, no podrán volver a sus hogares sino hasta que el volcán deje de representar un peligro.