Nueva Delhi (India), 30 dic (EFE).- Ranjeeth, de 27 años, se emborracha cada vez que tiene que limpiar una fosa séptica repleta de heces humanas a mano, una práctica todavía muy difundida en toda la India a pesar de su prohibición y que recae en los que se encuentran en lo más bajo del rígido sistema social.
Imagen: Ujwala P.