Paul Rifkin de 60 años y Lauren O’Dea de 32 años, estaban filmando la naturaleza de un parque safari en Tanzania.
Iban tan panchos, en el jeep, cuando la casualidad y la naturaleza colocaron en su objetivo lo que podría haber sido la escena de un documental de National Geographic.
En el foco de su cámara se encontraba una cigüeña, posada sobre la alta hierba, que de repente fue atacada por un leopardo.
El mamífero se había escondido en los pastizales y de repente dio un hábil salto en un intento por capturar al pájaro.
Pero su ataque fracasó.
El ave logró escapar sana y salva, dejando al félido hambriento e insatisfecho.