Existen dos teorías conspirativas principales en torno a la llegada del hombre a la Luna. Una de ellas, probablemente la más conocida, afirma que los estadounidenses nunca lograron poner un pie en nuestro satélite y que todo lo que se emitió en la televisión no fue más que una farsa. Otra, todavía con menos fundamento, sostiene que fueron los nazis los primeros en pisar el suelo lunar.