Dicen los militares y los periodistas que todo lo que puede salir mal, sale mal.
Y la máxima es, desgraciadamente, aplicable a otras actividades distintas a la guerra o al periodismo.
Hablamos de bodas.
Y pongámonos en lo peor. Hay cosas que siempre nos pueden desbordar y llegar a arruinar el que tiene que ser el día más feliz de nuestra vida.