Colombia vivió hace tres años una jornada histórica. Las FARC, la guerrilla más grande del país, firmaba un acuerdo de paz por el que se comprometía a deponer las armas para dar el salto a la vida civil. Desde entonces, se han logrado "avances significativos", el más importante es la conversión del grupo armado en partido político, pero quedan retos importantes, el más urgente: frenar la ola de violencia que sacude el país.