La integración y diversidad son puntos fundamentales en la vida social de cada persona.
Es por ello que desde que son bebés, se debe trabajar en su aprendizaje social.
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Chicago, los bebés que escuchan distintos idiomas desde el vientre materno, se convierten en niños más abiertos socialmente.
Se examinaron datos de 82 niños de 19 meses de edad, que vivían en hogares y vecindarios en donde se hablaban diversos idiomas.
El estudio descubrió que estos bebés eran más propensos a seguir indicaciones, aprender e imitar acciones.
Además, indicó que los bebés son más abiertos a aprender de alguien que no habla su idioma, y no le temen, como normalmente ocurre.
Afirman también, que exponerlos a esta diversidad podría evitar que los niños desarrollen prejuicios hacia personas que son distintas a ellos.