La historia comienza con el Gato Silvestre dándose cuenta de que es el heredero de la vasta fortuna de su dueña. Mientras que su asesor financiero, Elmer Fudd, le pide con insistencia que invierta su dinero, Silvestre teme que simplemente perderá su dinero. Mientras tanto, sus amigos gatos callejeros buscan el dinero para ellos, pero Fudd logra frustrar cada intento, incluido el de Johnny, un gato que pretende ser un vendedor de un "líquido de limpieza de plata" de la Compañía de Limpieza Hi-Ho Silver de Walla Walla, Washington. Finalmente, Fudd da una extensa conferencia sobre los beneficios de una buena inversión en la economía con una película educativa para ilustrar el punto. Si bien Silvestre no está convencido, los gatos de afuera ven la película ellos mismos y se convencen hasta el punto en que, cuando Silvestre se las arregla para llevarles el dinero, ellos le exigen que se lo entregue a Elmer para que lo invierta. Derrotado, Silvestre se rinde y le gruñe al retrato de su dueña diciendo que su vida hubiera sido menos complicada si ella se hubiera llevado su dinero con ella.