Mi pesadilla australiana (¡una alerta de araña y tiburón!)

ASÍ ES LA VIDA ZZZ 2019-10-11

Views 13

¡Hola! Mi nombre es Trixie, y te diré por qué me gustaría moverme al otro lado de nuestro planeta.

¿Sabes? No soy muy entusiasta del invierno y la nieve, así que siempre quise mudarme de mi Estado del norte a un lugar más cálido. Pero ni siquiera había terminado la escuela cuando viajé por primera vez al país en donde podías celebrar la Navidad en la playa, ¡en bikini!

Todo esto sucedió porque mi padre consiguió una asignación de trabajo temporal en... ¡Australia! Hice todo lo posible para convencer a mis padres de que me llevaran con ellos. Lo único malo era que mi madre estaba tan ocupada con su proyecto empresarial que no pudo viajar con nosotros.

Así que mi padre y yo cruzamos la mitad del planeta, mientras yo esperaba mi nueva vida. El año escolar en Australia comienza varios meses más tarde que en EE. UU., así que estaba planeando pasar todo mi tiempo libre en la playa.
Papá trabajaba duro y me dejaba la mayor parte del tiempo sola, pero no tenía miedo, ya tenía quince años. Básicamente, ¡era una muchacha mayor!

Además, mi padre me dijo que, si tenía algún problema, podía pedir la ayuda de nuestra vecina, Courtney.
Bueno, ¡mis aventuras en Australia comenzaron! Y los primeros problemas vinieron de donde menos esperaba: el
SUPERMERCADO. Fui a comprar algo de comida, obtuve todo lo que necesitaba y fui al mostrador con dinero en efectivo en mi bolsillo. Una agradable cajera me habló amistosamente. ¡Y yo... no entendí ni una PALABRA! Parecía que hablaba inglés, pero se tragaba algunos sonidos y acortaba otros, así que no podía comprender nada. Después me acostumbré al inglés australiano, pero no de inmediato.

Mis planes para la playa tampoco funcionaron. Cuando llegamos a Australia, el clima era mucho más cálido que en casa, pero el océano aún estaba frío. Así que no tenía nada que hacer más que mirar a los surfistas con sus trajes ajustados. Y fue muy entretenido antes de que notara una ALETA que sobresalía del agua cerca de ellos. ¡Y nadie parecía prestarle atención! Corrí hacia el salvavidas, señalándola con mi mano estirada y gritando: "¡Hay un TIBURÓN ahí afuera!", pero él solo sonrió y dijo que tenía un ojo de águila si podía ver a un tiburón taaaaaaan chico y no muy peligroso. Estaba tan avergonzada que volví a mi silla de playa y me hundí en un libro. ¿Y sabes qué? ¡Me quemé! Si alguna vez planeas ir a Australia, debes recordar que el Sol es muy fuerte allí.
Aun cuando estaba en mi casa en Australia, nunca hubo un momento aburrido. Una mañana me desperté por un sonido horrible y ensordecedor de risa que venía de afuera de mi ventana. Miré mi reloj, y ¡eran las 5 de la mañana! Estaba tan enojada que ni siquiera pensé en si podría ser peligroso, ¡todo lo que quería hacer era decirle a ese bromista lo que pensaba sobre sus estúpidas bromas!

Abrí las cortinas, y ¿qué vi? ¡A nadie! Solo un bonito pájaro con una cabeza grande y un pico largo

Share This Video


Download

  
Report form