Él es Damián. La historia que le gustaría contarte... bueno, es muy dolorosa para él y su familia. Pero aprender acerca de su experiencia podría ayudar a alguien. Aunque él realmente no sabe cómo. Así que... solo escucha.

Damián te contará lo que sucedió la Navidad pasada, pero primero deja que te explique cómo era su vida antes de ese día.

Tenía una vida bastante ordinaria, y, por supuesto, no había nada malo en eso. Viene de una gran familia: su madre, su padre, él y su hermanito y hermana. No tenían ningún problema grave, y solo eran gente normal y feliz. Eran muy unidos, y tenían relaciones amables y de confianza entre ellos.

Se acercaba la Navidad, y también algunos cambios en la vida de Damián. Fue su último año en la escuela, y la universidad lo estaba esperando en otro Estado, a muchos kilómetros de su casa y de su familia. Solo pensar en eso lo hacía sentir incómodo y hasta un poco triste, y, por esa razón, decidió preparar una pequeña sorpresa para sus padres y hermanos. Él se las daría en una de las noches más maravillosas que hay para hacer algo bueno por los que amas.

Finalmente, se dio cuenta de lo que tenía que hacer. Descubrió que las pruebas de ADN genealógicas se habían vuelto muy populares y asequibles en los últimos años. Ni su madre ni su padre sabían nada de sus antepasados, y pensó que sería interesante y divertido descubrirlo. En cuanto a su hermano y su hermana, definitivamente disfrutarían de una aventura: un viaje a un laboratorio real, en donde los alegres trabajadores del laboratorio les quitarían algo de saliva y luego descubrirían datos intrigantes sobre quiénes eran sus antepasados. El plan funcionó perfectamente en su cabeza, por lo que pagó cinco pruebas, una para cada persona de su familia.

Y luego llegó la Navidad. Tuvieron una buena cena, hablaron y jugaron juegos en la mesa, cantaron juntos un par de villancicos, se tomaron fotos frente al árbol de Navidad e intercambiaron regalos. Damián decidió guardar la suya para el final e insinuó que tenía una sorpresa para todos. ¡Y todo salió bien! Su padre asintió con aprobación y dijo que sería una actividad familiar interesante y educativa. Su hermano menor y su hermana no entendían completamente la idea, pero estaban intrigados, como se suponía que debía ser.

Pero su madre se comportó de manera muy extraña... Cuando lo escuchó hablar sobre la idea de las pruebas de ADN, se puso extremadamente nerviosa. Ella dijo que Damián había gastado mucho dinero por nada, que su familia no tenía que hacer ninguna prueba para demostrar su felicidad, y que nunca debería haber sugerido algo tan ridículo. Tanto su padre como Damián estaban desconcertados por su reacción, pero ese fue solo el comienzo, ¡su madre realmente comenzó a gritarle! ¡Su propia mamá! Ella nunca, nunca había alzado su voz antes, pero ahora tenían un verdadero drama en sus manos, ¡y estaba sucediendo en Navidad! No lograron c