Los sistemas de cómputo están en todos lados. Son parte de nuestra vida cotidiana y no se concibe el mundo moderno sin computadoras, cajeros automáticos, teléfonos celulares, la red internet, etc. Para que dichos sistemas sean efectivos, deben ser seguros, de tal manera que la información que posean solamente esté disponible para los usuarios autorizados.
La seguridad de los sistemas de cómputo modernos se basa usualmente en mecanismos de autentificación a través de nombres (login) y contraseñas (passwords). Algunas instituciones con información muy sensible o importante requieren del uso de tarjetas de identificación personalizadas o bien, de terminales especiales.
El mecanismo tradicional de nombres de usuario/contraseña ya no es --quizás-- suficientemente seguro debido a los ataques constantes de terceros por hacerse de esta información para ingresar a sistemas de cómputo de manera ilegal. Debido a esto, en este artículo se explora la posibilidad de incorporar la dinámica del teclado, como una expresión medible de un usuario de forma tal que ahora no solamente se puede acceder a un sistema con el nombre y la contraseña correcta, sino además, midiendo si el usuario escribe su contraseña como acostumbra hacerlo.