Wilson y Lucas se encuentran. Lucas apenas escucha la tonada caribeña de Wilson, lo comienza a imitar y declara que él también es oriundo del Caribe. Wilson no le cree e intenta develar su puesta en escena, pero por más evidente que le parezca la estafa, no logra quebrar a Lucas para que confiese su engaño. Entonces le sigue el juego y lo aprovecha para sus propios intereses. Wilson intenta venderle un viaje a la Isla Margarita, como excusa para volver a la patria. Pero a Lucas no le es posible solventarlo por sus propios medios.