“Por no parecer mexicanos”, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) deportaron a dos mujeres, una de ellas menor de edad y a un hombre, ya que, a su criterio, no coincidían los perfiles raciales, el color de piel, su acento, el idioma y hasta su vestimenta con la de los connacionales. Pero en realidad, son indígenas chiapanecos.