Alexander estaba en la misma calle cuando los bomberos le pidieron ayuda y se sumó, sin dudarlo, al rescate. Dos mujeres habían sido arrastradas por la riada y agonizaban en los bajos de un coche. No fue tarea fácil. El agua bajaba con muchísima fuerza y el tiempo se agotaba. La más joven, de 21 años, cruzaba la calle cuando la arrastró la corriente. La mujer de 45 años presenció la escena e intento salvarla pero las dos quedaron atrapadas. Varios héroes anónimos y dos bomberos les salvaron la vida.
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