Arrastrándoles por el suelo y trasladándoles después en los vehículos policiales. Es el último episodio de violencia en Nicaragua. Una treintena de manifestantes han sido detenidos cuando iban a una protesta contra el presidente Daniel Ortega. Debido a la brutalidad policial, la marcha, convocada por el bloque que reúne a más de cuarenta organizaciones opositoras, al final no se ha celebrado. Las autoridades justifican las detenciones por tratarse de agrupaciones terroristas. Desde el pasado mes de abril, Nicaragua vive una violenta crisis política que ha dejado, según organismos internacionales, más de 300 muertos. Una cifra que el gobierno rebaja a 200.
-Redacción-