La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad Carmen Calvo, ha calificado el reto de acabar con la desigualdad como "el reto más importante de la democracia en el siglo XXI", señalando la violencia contra las mujeres como el "exponente último" de esa desigualdad, y ha apelado a la responsabilidad y el compromiso individual para lograrlo.