Vuelta a vuelta y poco a poco se van asando las castañas. Días de fuego y castañas acompañadas de vino nuevo, días de Magosto, una tradición que año tras año se sigue potenciando en Galicia. Este año la cosecha ha sido inferior en cantidad, pero la calidad está asegurada. Estos son los últimos días para la recogida, la falta de lluvias y la avispilla, un insecto que afecta a algunos árboles ha reducido la producción. Unas diez mil personas viven en Galicia de las castañas.