El Gobierno lo tiene claro. Los alumnos de Bachillerato podrán tener el título de esta etapa aunque tengan un suspenso. Esto lo decidirá una junta de evaluación. Un gran favor, dice la ministra. Y algo lógico, añade, que ya se hace en los centros. Se evita así que ese único suspenso afecte a su autoestima. Y que una asignatura lastre el resto del trabajo. La medida, busca revertir la tasa de repetidores. Pero abre otro debate: si esto, al final, no animará a los alumnos a no esforzarse en la asignatura que se les dé peor. La medida es inédita en España. Ninguna otra ley educativa, ni del PSOE ni del PP, había llegado a este extremo.
-REDACCIÓN-