Hace poco meses los hermanos empezaron a estudiar en el instituto de Mataró. Sus compañeros aseguran que no se relacionaban con nadie, apenas hablaban español y en el recreo solían estar solos. La última semana ninguno de los dos fue a clase. El dueño de una tienda cercana a la casa donde vivían fue uno de los últimos que los vio. La niña, de 14 años, entró a comprar el viernes como cada tarde. Su hermano lo hizo el jueves. Días antes la madre los había dejado solos para viajar a Rusia. Preocupada porque no contactaba con sus hijos, el domingo alertó a dos amigos. Fue entonces cuando encontraron a la joven en el suelo de su habitación con una herida en el cuello provocada por un arma blanca. La policía, según David Bote, alcalde de Mataró, ha confirmado que se trata de un homicidio. En la casa no había rastro del chico. La madre ya ha denunciado su desaparición. Dar con él supondría encontrar respuestas al crimen de su hermana.
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