Las maras y
las pandillas representan verdaderos ejércitos que reclutan a niños y niñas en
países como Honduras, Guatemala o El Salvador. Para huir de la violencia,
emprenden un viaje hacia Estados Unidos con unas condiciones insufribles para
un niño. Los que consiguen llegar, se encuentran con que Donald Trump también incumple los derechos
humanos de los menores: