No dejamos VOX. La formación
ultraderechista sigue en sus trece y no renuncia a derogar la ley de violencia
de género. Insiste además en desligarse de cualquier conato de feminismo,
palabra que les provoca urticaria a juzgar por las declaraciones de su portavoz
en Madrid, Rocío Monasterio que se despacha así sobre estos controvertidos
asuntos.