Unas 80 personas
dependientes reconocidas mueren al día en España sin su prestación. Es la cruda
realidad que recoge el informe 'El caos de la dependencia', que muestra además
que 250.000 personas con la dependencia reconocida esperan en un limbo
burocrático su prestación, ya sea una plaza residencial, un servicio de
atención domiciliaria o alguna ayuda económica y sin que hasta ahora las
instituciones les hayan ofrecido una solución.