Las mujeres políticas sufren
más acoso que sus homólogos varones. Y casi siempre por motivos bien distintos
a ellos. A ellas se les insulta usando a sus hijos, a su estado civil, y sobre
todo por su físico. En España hemos sido testigos de cómo nuestras
representantes políticas reciben un acoso salvaje... que se acrecienta aún más
en las redes.