Su estructura y toda esperanza de volver a visitarla ardían al mismo tiempo. Dos meses después de la tragedia, en una Notre Dame que continúa en pie se volverá a oficiar misa. Será este sábado por la tarde y solo podrán asistir 30 personas, no solo por motivos de seguridad, sino también por las dimensiones de la capilla lateral donde se celebrará. Dejará una imagen cuanto menos pintoresca, porque el reducido grupo, en su mayoría parte del clero, tendrá que asistir con todas las medidas de seguridad, casco incluido. El acto se podrá seguir a través de la televisión francesa, con un riesgo por los altos niveles de polución que aún rodean la catedral y la fragilidad de su estructura. El arzobispo de París será el encargado de presidir esta eucaristía en recuerdo de los dos meses del incendio.
-Redacción-