Atenas (Grecia), 11 jun (EFE).- (Imagen: Ana Mora) Todos los platos de la cocina griega tienen un ingrediente en común. No es el aceite de oliva ni el queso sino la hospitalidad. Se encuentra en la mesa familiar y en los restaurantes con estrella Michelín, como Varoulko o Hytra. Uno, prácticamente dentro del agua. El otro, en las alturas frente a la Acrópolis. Ambos dan la bienvenida a la nueva cocina helena.