Semana de nervios para los 300 mil jóvenes que desean acceder a la Universidad el curso que viene. Comienzan los exámenes de la EBAU, más conocida como selectividad. Los primeros en someterse a ellos, los estudiantes de Castilla-La Mancha.Las normas son muy claras, deben llevar bolígrafo, olvidarse del móvil o cualquier dispositivo electrónico similar y, sobre todo y es novedad este año, llevar las orejas despejadas para evitar sospechas. Un cero en la prueba, sanciones e, incluso, la anulación total de la EBAU son las consecuencias para los alumnos que quieran aprobar haciendo trampa. Prohibidas las tablets, los relojes, gafas, pulseras y cualquier otro objeto que tenga capacidad de enviar y recibir mensajes a través de una pantalla. Las calculadoras, pero nada sofisticadas, están permitidas solo para las pruebas de Ciencias. Al entrar se les revisarán los diccionarios de Latín y Griego para comprobar que no tienen anotaciones en su interior.Cada alumno deberá llevar su carné de identidad y se le entregará una pegatina con un código, personal e intransferible, por lo que no deben firmar los exámenes. Y no podrán abandonar el aula hasta pasados 30 minutos desde el comienzo de cada ejercicio.Más del 90 por ciento de los estudiantes aprueban, pero en el peor de los casos, en un mes tienen una segunda oprtunidad, así que lo que recomiendan los expertos es que lleguen a los exámenes lo más tranquilo posible.