La Casa Blanca utiliza esta imagen para justificarse: cientos de mexicanos rompen la verja con Estados Unidos y entran ilegalmente en el país. Nunca hasta ahora habían llegado en grupos tan grandes. De más de mil personas en algunos casos.
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Trump pensó incluso en cerrar la frontera. Se conforma ahora con la amenaza comercial. Los aranceles son veneno para un país como México que depende de las exportaciones a Estados Unidos.
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El presidente López Obrador ha respondido con una carta bastante diplomática. Dice que los problemas sociales no se resuelven con impuestos.
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Con todo esto, Trump busca un tres en uno: frenar la inmigración, nivelar la balanza comercial y presionar a las empresas americanas que se han instalado allí para que vuelvan.
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De momento el peso mexicano se hunde y las bolsas del mundo caen. Nada nuevo, lo hemos visto en la guerra comercial con China.
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En fin, un estado de incertidumbre, un tira y afloja que dejan a la parte que más tiene que perder -México en este caso- en una poslción vulnerable.
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Donald Trump lo llama... "el arte de la negociación".