Montevideo, 28 may (EFE).- Aficionado al fútbol, como casi todos los uruguayos, a Jorge Drexler no se le ocurrió mejor definición para un viejo galpón montevideano reconvertido en escuela musical que llamarlo "potrero", ese terreno barrial donde el balompié es protagonista desde el disfrute.
Embajador iberoamericano de la Cultura, y a punto de ofrecer dos recitales en la ciudad donde nació, el cantautor efectuó este martes una visita al programa Iberorquestas Juveniles, de fomento a la actividad musical para jóvenes en situación de riesgo social, bajo el auspicio de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
Imágenes: Sarah Yáñez-Richards.
Edición y locución: Maurén Barriga.
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