En un alarde de
transparencia, el primero en toda su historia, la Iglesia ha hecho públicas sus
cuentas y el resultado es: mil millones de euros. Es la cifra que maneja la
Conferencia Episcopal al año en España y más de la mitad, está exenta de
impuestos. Unos privilegios que, 40 años después de la firma del acuerdo entre
la Santa Sede y el Estado, siguen vigentes, en un país que, no lo olvidemos, se
declara aconfesional en la Constitución.