Las calles de Rentería, anegadas con medio metro de agua. A primera hora de la mañana era difícil moverse por la localidad guipuzcoana, tras una noche en las lluvias han causado estragos en todas partes. El desbordamiento del río Oiartzun se ha notado en locales comerciales, en garajes. Aunque cuesta asumir la situación, ahora toca achicar.
En Hernani, la crecida del Urumea ha dejado a este vehículo casi sumergido en un paso subtérraneo y fíjense en el campo de rugby, convertido en una piscina olímpica.
Una lluvia que no da tregua. "Dijeron 60 litros por metro cuadrado, pero llevamos más de cien", dice este vecino.
Un desprendimiento de tierra ha alcanzado a este coche de policía en la carretera que une Pasajes San Juan con Lezo. Y otro mantiene cortada otra vía en esta localidad que continúa inundada.