Esta mañana han aparecido hasta 17 delfines varados en la arena de la playa de Oyambre, en Cantabria. La gran mayoría, catorce, estaban muertos. Sólo tres han podido ser reconducidos, todavía con vida, al mar, gracias al esfuerzo colectivo de hasta seis personas, entre agentes rurales, personal autonómico y surfistas voluntarios, para levantar los cerca de 150 kilos de peso de cada ejemplar recuperado. Con la necropsia de los cetáceos fallecidos se espera poder determinar el porqué de este suceso, aunque los primeros indicios apuntan a una posible desorientación. Catorce delfines muertos que se suman a los otros trece contabilizados en las costas cántabras en los últimos dos meses.