Más vehículos eléctricos y menos empleos, es el plan que pretende seguir Volkswagen para aumentar las ventas en el futuro, una ruta que supone el recorte de entre siete mil y ocho mil empleos, hasta 2024. La justificación es que un coche eléctrico se puede producir con 30 por ciento menos de esfuerzo que uno convencional.