Aterrizan en el ferial despistados, confusos. Observan, fotografían y aprenden pronto. Deslumbrados por el ambiente de la Feria y con ganas de integrase en la fiesta. Se conforman con mirar desde fuera o tocar con cuidado. El Ayuntamiento abre una caseta especial para los turistas y allí se familiarizan con el arte andaluz. Lo intentan, lo disfrutan y en cuestión de tiempo se contagian del espíritu de la Feria de Abril.
-Redacción-