El portero español Iker Casillas ha recibido esta mañana el Oporto, Portugal, el alta hospitalaria. El cancerbero sufrió un infarto la pasada semana que ha mantenido en vilo al mundo del deporte. "Es difícil hablar, pero también entiendo que hay que estar agradecido, porque he tenido mucha suerte", ha asegurado el deportista, consciente de la gravedad de la situación. Casillas ha hablado sólo de su futuro más inmediato, que pasa por una recuperación que podría oscilar entre dos semanas y dos meses. Ahora toca recuperarse, ya en casa.
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