El emperador Akihito se ha despedido del Trono del Crisantemo dando un discurso con el que ha querido agradecer y augurar buenos deseos para la era que estrenará el país nipón a partir de mañana. La ceremonia tuvo lugar en el interior del palacio, en el Salón de Pino reservado para las ceremonias más importantes y que no albergaba algo así desde hacía dos décadas. La salida formal del trono se producirá durante la medianoche de este martes y a partir de ese momento Akihito ya no podrá ejercer ninguna función pública. Mañana miércoles continuara el proceso de sucesión, en el que se nombrará al príncipe Naruhito como emperador.