En Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet se separó el dominio de la tierra y del agua, recurso vital que fue entregado a perpetuidad a empresas que generaron el mercado del agua, donde el pueblo se convirtió en consumidor. Sin embargo, sólo el 12% del agua es consumida por la población, el resto es ocupada por la agroindustria y la minería. Ante esta situación, los chilenos han comenzado a organizarse para defender sus recursos hídricos. teleSUR