Sevilla, 11 abr (EFE).- La Policía Nacional ha desmantelado una red que secuestraba a menores extranjeros no acompañados (menas) y a los que traía a España mediante el cruce clandestino de frontera, principalmente en pateras, y ha detenido a seis personas.
Según una nota de la Policía, los traficantes sacaban a los menas de centros de menores ubicados en la provincia de Cádiz y los llevaban hasta La Mojonera (Almería) y pedían a sus familiares en Marruecos 500 euros para su liberación, amenazándoles con matarlos o utilizar sus órganos para el tráfico ilegal en caso de no acceder a sus exigencias.
Los agentes han detenido a seis personas -tres en Almería, una en Cádiz, otra en La Línea de la Concepción y otra en Jerez de la Frontera- y de ellas cuatro han ingresado en prisión.
Junto a las detenciones, se han realizado dos entradas y registros en El Ejido (Almería) donde se ha intervenido material asociado a la contabilidad de los pagos que debían realizar los familiares de los menas, dinero en efectivo y varios terminales telefónicos.
Las investigaciones comenzaron en verano de 2018 cuando una mujer de origen marroquí detectó a tres compatriotas menores de edad en Granada en situación de desamparo y tras las gestiones policiales, se identificó un entramado criminal que captaba menores en Marruecos.
Exigían a sus familiares una cantidad variable de dinero por su traslado a España, que variaba en función del método de tráfico de seres humanos que emplearan y posteriormente trasladaban a los menores hasta Tánger donde otra persona se hacía cargo de los niños.
Una vez trasladados los menores a España, si no eran detectados por las Fuerzas de Seguridad, eran recibidos por otros miembros de la red y, en caso de ser ingresados en centros de menores de la provincia de Cádiz contactaban con ellos para sacarlos.
Además, la organización no solo se hacía con los menores que ellos traficaban sino que captaban a los que estaban en centros de menores de la provincia de Cádiz que habían sido traficados por otras redes y les ofrecían falsos pretextos para que accediesen a ser trasladados a otras provincias de España.
La red materializaba el secuestro de los menores cuando iban a la provincia de Almería, donde eran informados ellos y sus familiares en Marruecos de su situación y de las condiciones para su liberación y los mantenían casas en dicha ciudad andaluza, privados de libertad hasta recibir la cantidad de 5.000 dírhams (cerca de 500 euros), bajo amenazas de que en caso de no ser satisfecho el pago los menores morirían o serían empleados para el tráfico de órganos.
Según la nota, destaca la profesionalización de esta red que actuaban de manera coordinada con traficantes de Marruecos así como su peligrosidad y otras organizaciones ya desarticuladas les enviaron sicarios a España por considerar que les quitaban a los menores que habían traficado previamente.
IMÁGENES: OPERACIÓN POLICIAL DE DESARTICULACIÓN DE LA RED