A pocos minutos para las uvas, la Puerta del Sol ruge emocionada con toda España representada, y también parte del extranjero. Los niveles de vergüenza descienden a niveles mínimos. En un día como hoy es importante venir bien preparado para el momentazo, y pocos entran sin disfraz en la plaza. Y al fin llegan las uvas, y por primera vez los fuegos artificiales ante una plaza entregada a la celebración, que al cabo de una hora, toca llevarse a otra parte. La policía desaloja la plaza como parte del protocolo de seguridad. Es el turno de los servicios de limpieza que vuelven a hacer volar el confeti gigante para retirar las más de 19 toneladas de basura generadas para recibir a 2017.