La suma de los gases que expulsan las industrias y los que expulsan los coches, convierten esta zona de Asturias en un lugar que poco tiene que ver con la idea de paraíso natural justamente asociada a Asturias. Las emisiones de la industria y el tráfico muchas veces intenso se unen a la ausencia de lluvia para disparar los niveles de benzeno, un hidrocarburo que se concentra con más intensidad que en ningún lugar de españa en Trubia, a solo 12 kilómetros de Oviedo. Ya el pasado viernes vimos camiones cisternas rociar agua en las calles para eliminar las partículas de benzeno, pero la medida parece insfuciente en las actuales condiciones, con la gripe, además...azotando con dureza. Los factores que favorecen la contaminación y la súbita llegada del frío ponen a Asturias al frente de las regiones más castigadas.