Sonriente y con paso firme llegaba Soraya Sáenz de Santamaría a su reunión en Barcelona con Oriol Junqueras, entre gritos de independencia. Un encuentro sin cámaras entre la vicepresidenta del gobierno y su homólogo catalán de dos horas de duración para escenificar el choque institucional que existe por el referéndum independentista. A su salida, Sáenz de Santamaría dejaba claro que el referéndum no es negociable. Igual de contundente se mostraba Junqueras. Van a seguir adelante con la consulta con o sin el permiso del Ejecutivo de Rajoy. Más allá del referéndum, Saénz de Santamaría insistió en la importancia de que Carles Puigdemont acuda a la próxima conferencia de presidentes de la semana que viene. Aunque matizó que, con o sin él, los catalanes estarán representados por Mariano Rajoy.
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