Pasó seis meses encerrada en una casa con sólo lo necesario para sobrevivir y en condiciones tan precarias que no tenían ni luz. Según la Guardia Civil el presunto maltratador la sometía a una vigilancia permanente y sólo de vez en cuando la sacaba a la calle como el que pasea un animal. La mujer de nacionalidad rumana fue secuestrada en un pueblo de Valencia donde se había refugiado huyendo de su maltratador. En abril ya intentó llevársela trepando y rompiendo la ventana. El juez dictó orden de alejamiento y lo dejó en libertad y aprovechó para encontrarla y secuestrarla, quebrantando la orden. Ahora, otro magistrado vuelve a dictar orden de alejamiento y lo deja libre. El maltratador ha vuelto a Novelda donde además tiene otra mujer e hijos.
-Redacción-