Tras las vacaciones toca retomar la tarea; y mucha tiene por delante el Gobierno en minoría de Mariano Rajoy. "Tendremos que pactar y yo lo voy a intentar, pero no depende sólo de mí", reconocía el presidente. Los retos económicos, a falta de aprobar los presupuestos, la crisis, la reducción del paro y de los parados sin cobertura o las pensiones con la hucha muy mermada. Eso, sin olvidar el cumplimiento de déficit. Hay que recortar 5500 millones de euros sólo este año. Y con una reforma de la financiación autonómica pendiente, como la laboral o la educativa. Y en ésas, habrá que ir pensando en abrir el melón constitucional, con referéndum independentista en Cataluña septiembre. "Lo que venga después, en todo caso, será una etapa nueva", explicaba el presidente catalán, Carles Puigdemont. Desafíos como el soberanista que van a marcar la agenda del Ejecutivo, y más con un parlamento sin mayoría absoluta, también la de los partidos en un año en el que van a afrontar sus propios congresos. El primero, 4 y 5 de febrero, Ciudadanos con aparentes pocos cambios. Menos, incluso, en el PP. Aunque las regiones más azotadas por la corrupción, Valencia y Madrid, preparan enmiendas para exigir más regeneración y democracia interna. También una semana después coincidirá Podemos con su Vistalegre 2. Tampoco cambiará de líder aunque sí puede cambiar mucho en la formación ahora enconada. "Pues muchas ganas de empezar el debate", apuntaba Pablo Echenique, su secretario de Organización. "Es fundamental que intentemos buscar la unidad". Más interesante aún si cabe, el congreso de un PSOE completamente descosido. No tiene todavía ni candidatos, ni ponencias, ni fechas más allá de su próxima cita, la del comité federal del sábado que viene.