La Fiscal General de EEUU en funciones Sally Yates ha sido víctima de la fulminante ira de Donald Trump. Se ha negado a defender su decreto migratorio y el presidente la ha despedido sin más. Pero lo que parece un golpe de poder es simplemente un gesto porque la salida de Yates de la Fiscalía General era solo cuestión de tiempo. Fue nombrada por Barack Obama e iba a ser sustituida en solo dias por Jeff Sessions, el candidato republicano de durisimo discurso antiinmigración. Y la culpa de ese retraso es, según Trump, de los demócratas. "¿Cuándo nos darán los demócratas nuestro próximo fiscal general y el resto del gobierno?, ha dicho. "Deberia darles verguenza. No me extraña que Washington no funcione". Trump protesta, pero en la calle miles de personas hacen lo mismo contra él. Hay concentraciones, por ejemplo, a las puertas de Google en California. La empresa ha creado un fondo de 4 millones de dólares para ayudar a los afectados por las políticas migratorias de Trump. Y es solo una de la larga lista de marcas americanas que le enseñan los dientes. Hasta Obama ha roto su silencio y ha protestado por escrito. Dijo que hablaría cuando viera peligrar los valores del país y ha tardado solo 10 dias en hacerlo. Y turno también para Europa. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha definido a Trump como una "amenaza externa" a la que se enfrenta la UE. Y el Parlamento británico deberá debatir si procede o no la próxima visita de Trump al Reino Unido porque más de 1.600.000 británicos se han opuesto en internet y varios miles mas han salido a protestar en la calle.
-Redacción-