Aunque la capucha del bolígrafo se resistía a abrirse, llegó el momento y Donald Trump ha estampado su firma en la orden ejecutiva para levantar el muro con México. Su argumento: "Una nación sin fronteras, no es una nación", que justifica diciendo que "estamos en medio de una crisis en nuestra frontera sur. La oleada sin precedentes de inmigrantes ilegales de América Central está dañando tanto a México como a Estados Unidos".
Por eso en apenas un mes "comienza la inmediata construcción del muro". El presidente de Estados Unidos cumple así una de sus promesas electorales más aclamada.
Trump ha ordenado que se destienen fondos federales para la construcción de esos 1.200 kilómetros de muro, un dinero que reitera, México devolverá de una u otra forma.
No opinan lo mismo en México "el muro no lo va a pagar México de ninguan manera". Si Estados Unidos quiere el muro "y está en su derecho, es un país democrático, que lo hagan, pero con el dinero de ellos"
Decisión que México interpreta como una agresión y que deja en el aire la programada visita del presidente mexicano, Peña Nieto a la Casa Blanca el próximo día 31.
-Redacción-