Anoche se entregaron en Los Ángeles (EEUU) los premios Grammy de la música en los que Adele, con cinco premios, y David Bowie, con cuatro a título póstumo, se convirtieron en los grandes protagonistas. La británica además tuvo que interrumpir su actuación cuando interpretaba Fast love de George Michael al equivocarse en la letra. Sobre el escenario brillaron, entre otros, Beyoncé, que se llevó un gramófono de oro y Lady Gaga junto a Metallica.
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